domingo, 13 de abril de 2014

Última entrega - Examen de conciencia a la luz de Evangelii Gaudium


Examen de conciencia – 6ta entrega
Desde Tiempo de Evangelizar queremos proponer, a la luz de las interpelantes reflexiones del Papa Francisco en su exhortación Evangelii Gaudium, una suerte de "examen de conciencia" para agentes pastorales, que permita purificar el propio camino y abrirnos a la acción poderosa del Espíritu Santo que nos quiere llevar a Cristo y a los demás. Para eso, hemos reformulado las palabras del Papa en forma de preguntas para que puedan guiar ese camino personal de arrepentimiento, conversión y alegría que pide el Papa.
En este caso, nos detenemos en las tentaciones vinculadas con "la guerra entre nosotros" (EG 98-101):
  • ¿Hay guerras en mi comunidad, en mi barrio, en mi puesto de trabajo, en el Pueblo de Dios, por envidias y por celos?
  • ¿Estoy en guerra contra quienes se interponen en mi búsqueda de poder, prestigio, placer o seguridad económica?
  • ¿Vivo una pertenencia cordial a la Iglesia o alimento un espíritu de «internas»?
  • ¿Me preocupa más pertenecer a la Iglesia toda, con su rica diversidad, o a tal o cual grupo que se siente diferente o especial?
  • ¿Vivo enfrentado a los otros en pos del propio bienestar?
  • ¿Hago un esfuerzo por dar un testimonio de comunión fraterna que se vuelva atractivo y resplandeciente?
  • ¿Nos cuidamos unos a otros? ¿Nos damos aliento mutuamente?  ¿Nos acompañamos según lo que dice el Evangelio: «En esto reconocerán que sois mis discípulos, en el amor que os tengáis unos a otros» (Jn 13,35)?
  • ¿Vivimos el pedido de Jesús al Padre: «Que sean uno en nosotros […] para que el mundo crea» (Jn 17,21)?
  • ¿Caigo en la tentación de la envidia?
  • ¿Me alegro con los frutos ajenos, que son de todos?
  • ¿Acepto el perdón y la reconciliación?
  • ¿Genero comunidades auténticamente fraternas y reconciliadas?
  • ¿Consiento diversas formas de odio, divisiones, calumnias, difamaciones, venganzas, celos, deseos de imponer las propias ideas a costa de cualquier cosa, y hasta persecuciones que parecen una implacable caza de brujas? "¿A quién vamos a evangelizar con esos comportamientos?"
  • ¿Pido al Señor que nos haga entender la ley del amor?
  • ¿Buscamos amarnos los unos a los otros en contra de todo?
  • ¿Cómo vivo el pedido de san Pablo: «No te dejes vencer por el mal, antes bien vence al mal con el bien» (Rm 12,21)? ¿Y también: «¡No nos cansemos de hacer el bien!» (Ga 6,9)?
  • ¿Estoy enojado con alguno? ¿Soy capaz de decir al Señor: «Señor, yo estoy enojado con éste, con aquélla. Yo te pido por él y por ella»?
  • ¿Rezamos por aquel con el que estamos irritados?
"¡No nos dejemos robar el ideal del amor fraterno!" (EG 101)


OTRAS NOTAS SUGERIDAS.

En su exhortación apostólica La alegría del Evangelio (Evangelii Gaudium –EG-), el Papa Francisco quiere lanzar a la Iglesia a una nueva etapa evangelizadora marcada por la alegría del encuentro con el amor de Dios que nos lleva a salir hacia los demás. […]

Repetidas veces a lo largo de su pontificado el Papa Francisco se ha referido al flagelo de la trata de personas, calificándola de una "vil actividad, una vergüenza para nuestras sociedades que se dicen civilizadas" (mayo de 2013, Audiencia a los participantes en la Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio de la Pastoral para los Inmigrantes y los Itinerantes). En esa ocasión también afirmó con énfasis que "explotadores y clientes a todos los niveles deberían hacer un serio examen de conciencia delante de sí mismos y delante de Dios". Y realizó un llamamiento para que "la Comunidad Internacional intervenga "con iniciativas eficaces y nuevos enfoques". [...]

Desde el pontificado de Benedicto XVI la Iglesia viene realizando importantes reformas legislativas a fin de responder de manera más justa y realista al fenómeno de los abusos por parte de miembros del clero. Entre estas medidas se cuenta la ampliación del plazo de prescripción de la acción en esos delitos a 20 años, salvando siempre el derecho de la Congregación para la Doctrina de la Fe de poder derogarlo; la incorporación de la facultad de presentar directamente al Santo Padre para la dimissio e statu clericali o para la depositio, una cum dispensatione a lege caelibatus en los casos de comisión manifiesta del delito; el aporte de la facultad de recurrir a la instancia superior de juicio en caso de recursos contra decisiones administrativas emanadas o aprobadas por instancias inferiores; la equiparación del menor a la persona adulta con uso imperfecto de la razón; el añadido como delitos de la adquisición, la posesión y la divulgación por parte de un clérigo, con finalidad libidinosa, de imágenes pornográficas de menores de edad inferior a los 14 años; la ampliación de la posibilidad de adoptar medidas cautelares; entre otras mejoras sustanciales. […]

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